Deportes sin fines de lucro

Ben sabía desde que estaba en high school que quería trabajar en temas de justicia social y ayudar a niños/as. Era un jugador de fútbol talentoso y pudo ir a la universidad gracias a sus habilidades. Con el tiempo, recibió una maestría en liderazgo educativo, la cual le ayudó a adaptar su futura organización sin fines de lucro a los niños, dándoles acceso no solo a los deportes, sino a una mejor educación. Ben decidió que su futuro no era enseñar en una aula de clases, sino era tener un gran impacto en el mundo.

Así que, Ben creó su propia organización sin fines de lucro, llamada Fútbol sin Fronteras. El primer evento fue un campamento de fútbol para refugiados en Oakland, California. Fue tan popular que Fútbol sin Fronteras siguió creciendo. Primero se convirtió en un elemento básico de la comunidad y, más tarde, en una organización global. A través del fútbol, ​​Ben y su equipo pueden darles a los niños y niñas la oportunidad de aprender no solo un deporte, sino también cómo comunicarse con un equipo, participar en algo divertido y desafiante, y construir una comunidad de apoyo centrada en brindarles a los niños las mejores oportunidades para el éxito.

Aprende más sobre cómo Ben inició Fútbol sin Fronteras.

Lee sobre cómo una mujer transformó las Olimpiadas Especiales de Texas:

Janet Holliday es la responsable del mayor crecimiento de las Olimpiadas Especiales de Texas, una rama de la organización de las Olimpiadas Especiales que brinda entrenamiento deportivo, actividades y competencias para personas adultas, niñas y niños con discapacidades físicas e intelectuales. Ella originalmente inició en el mundo de lo no lucrativo cuando uno/a de sus maestros/as alentó a todos/as sus estudiantes a involucrarse en la comunidad. Ella se ofreció como voluntaria en una carrera de las Olimpiadas Especiales donde era responsable de brindar aliento y felicitaciones en la lína de meta y desde entonces ha sido una apasionada del servicio público.

Debido a su pasión por el trabajo no lucrativo y el servicio comunitario, enfocó sus estudios en psicología, sociología y trabajo social. Después de graduarse, trabajó en las Olimpiadas Especiales y fue responsable de hacer crecer una pequeña organización local a una organización internacional prominente sin fines de lucro que tiene programas y competencias alrededor del mundo. Hoy en día, las Olimpiadas Especiales son la organización para personas con discapacidades más grande del mundo.

Janet recomienda que otras personas interesadas en trabajar con quienes tienen discapacidades se aseguren que vienen del lugar idóneo y que tratarán a las personas con “respecto y dignidad y construyan esas relaciones.”

Lee más sobre el camino de Janet y qué ha aprendido de su trabajo aquí.